La música,

desde el enfoque Montessori


“El artista no es una persona especial, sino que cada persona es un artista especial.”


Por mucho tiempo, las personas han pensado que son musicalmente incapaces de enseñar música. Ya sea por desafinar, no reconocer las notas o no saber de la historia de la música.

Cada uno de nosotros tiene distintas historias relacionadas con la música - una vivencia única desde su infancia. Unos la aman, otros la toleran, otros tienen una experiencia tan mínima que su respuesta emocional ante ella es nula. Es momento de comenzar a entender que no poder cantar o tocar un instrumento exitosamente no significa ser inadecuado en este campo. Aún sin siquiera distinguir la afinación de las notas, obtendrán los asistentes al curso, las herramientas necesarias para presentar al niño el material de música; son ellos los que se apoderarán del conocimiento.

La música es el lenguaje del espíritu. Por esta razón, es inconcebible separarla de vida cotidiana o de los quehaceres diarios. Entonces, por qué la música sólo puede ser ejecutada por especialistas? Por qué llevamos a los niños en el ámbito escolar a una sala aparte para la “clase de música”? ¿Qué mensaje para la vida se obtiene de esta experiencia?

La música es parte del ambiente diario y natural de la vida y por lo tanto, es parte del aula. Mirado así, la música es parte de todos nosotros.